En los últimos tiempos han surgido las alianzas con influencers, personas con una gran credibilidad en las redes sociales y con gran poder de influencia entre sus seguidores, convirtiéndolos en un excelentes prescriptores para una tienda online.
¿Por qué una tienda online debe aliarse con un influencer?
El marketing hace años que ya no se centra en el producto o servicio. Las tácticas de persuasión han cambiado y ahora se unen a experiencias y emociones, no productos. Hay que aliarse con influencers buscando mayor credibilidad, visibilidad y también posicionarse en los valores que se comparten con la persona conocida. Su reputación ayudará a mejorar el posicionamiento de un producto, marca o servicio.
¿Cuándo aliarse con uno de ellos?
Desde contar con una colaboración puntual para el lanzamiento de un nuevo producto o un evento hasta plantear una colaboración a largo plazo, durante un año, por ejemplo. Esta segunda opción será más natural y se percibirá como menos comercial ya que creará mayores sinergias entre el negocio y el embajador. Siempre que se cierre un acuerdo de colaboración deben quedar muy claras las condiciones y lo que dará a cambio el influencer, como el número de publicaciones en cada uno de sus medios.
¿Qué tipos de influencers existen?
Encontramos influencers que ayudarán a dar a conocer productos en sus círculos de seguidores. Sus opiniones serán claves para obtener visibilidad y credibilidad, además de notoriedad. A estos se les puede regalar muestras de producto o invitarlos a charlas o presentaciones sobre novedades. Compartirán sus experiencias con sus seguidores y también podrán organizar concursos o sorteos, lo que ayudará a darse a conocer y, sobre todo, a ganar visibilidad.
¿Cómo elegir el influencer ideal?
Se recomienda que, primero de todo, se confeccione una lista con todos aquellos que interesen y que encajan con los propios productos o servicios. A continuación, se debe anotar cuántos seguidores tiene en cada red social y qué volumen de interacción generan. A partir de aquí hay que seguir su día y estudiar el lenguaje que utilizan, de qué productos hablan, con qué tono, si enumeran a la competencia directa. Tras ello, se les deberá presentar un dossier con la propuesta detallada para valorar la posible colaboración.