Da igual cuál sea su tamaño. Ni grandes ni pequeñas empresas se libran del peligro de caer en una campaña de ciberdelincuencia, con la pérdida monetaria que eso conlleva.
Un informe de Kaspersky Lab ha decidio poner números concretos a esa pérdida, que se cifra en unos 33.700 euros para las pymes y en nada menos que 490.000 euros para las corporaciones de gran tamaño.
Estos miles de euros se refieren al presupuesto que necesita dirigir cada negocio, como media, a solucionar un problema de seguridad que ha afectado a su negocio. Especialmente caro saldría poner orden tras acciones fraudulentas que se originan en la propia plantilla, por situaciones de espionaje, debido a vulneraciones de la red y a causa de fallos que están asociados a terceros.
Pero es que, además, hay que tener en cuenta lo que se conoce como gasto indirecto, que no es otra cosa que la inversión vinculada al fichaje de expertos o a la actualización de la tecnología, por ejemplo. Esta partida de gastos indirectos sería de 7.000 euros para los negocios de tamaño pequeño o mediano y de 61.000 euros para los de grandes dimensiones.
Cabe señalar que el desglose se puede calcular teniendo en cuenta otros factores. Así, a la hora de hablar de las compañías más voluminosas, Kaspersky Lab dice que pueden llegar a gastar 75.000 euros en la contratación de profesionales de diversos ámbitos, desde personal de TI a abogados, otros 180.000 euros en las oportunidades perdidas y unos cercanos 182.000 euros al quedar dañada su imagen.
Además, dependiendo del tiempo que llegue a estar parada su actividad, se podría incurrir en un impacto de 1,2 millones de euros en sus cuentas.